"19 de Diciembre, 2019
Desde nuestra asamblea por Chile queremos invitar a quien resuene a la ceremonia psico-mágica individual y comunitaria "Funeral del Patriarcado". Con el permiso del Agua, la Tierra, el Fuego y el Aire abrimos este proceso este Sábado 21 de Diciembre 2019 con el solsticio, y cerramos el próximo solsticio 21 de Diciembre 2020. Quien quiera puede sumarse en cualquier momento del año.
El sistema patriarcal está en agonía. Ha llegado al extremo de su expresión valiéndose de la destrucción de la naturaleza, lo femenino y lo originario. El ser ha sido desplazado, separado de la tierra y del cosmos, confinado a un individualismo alienante.
Queridas(os) hermanas(os)en el todo. Chile estalla como estalla el hígado del Patriarcado en su lecho de muerte. Chile nos pasa a todos, chilenos o no chilenos.
En esta fecha del cambio del ciclo solar les invitamos a iniciar un acto simbólico reflexivo. El planeta se duele en lo físico, y vivo, con un próximo agotamiento de los recursos que hicieron posible sostener su explotación indiscriminada. Más grave aún, el alma humana se duele por una convivencia profundamente dañada por el miedo, la desconfianza, la violencia, caras más oscura del patriarcado. Sin despreciar sus aportes en el plano material, es hora de regresar a la visión de unicidad primigenia. Esa nos sitúa en el orden natural, en un quehacer de colaboración, honesto y fraterno, con el amor como valor supremo a promover.
Desde la sensibilidad de cada cual, y su conciencia irrepetible, llamamos en el nuevo ciclo solar a iniciar esta reflexión, cuya salida no puede ser otra que un cambio de era. Estaríamos así en algo como una muerte por ciclo cumplido, y nos cabe prepararnos para el Nacimiento de la era de la conciencia de la unicidad, esa integrará en equilibrio todas las facetas humanas. La organismica, la afectiva, la mental y la espiritual. Es posible que terminando el luto de las siguientes 4 estaciones, naturalmente surja un acto simbólico que visibilice el nacimiento de la nueva vida. Consideramos el nacimiento y la niñez como crucial en este sueño que nos sueña: Los bebés humanos necesitan, para su sobrevivencia, contacto constante con su madre, al menos durante los primeros meses de vida. Esta necesidad básica y fundamental ha sido negada por creencias y rituales culturales, interfiriendo con el registro de la capacidad de amar de los seres humanos. Es hora de honrar lo sagrado que es nacer y comenzar a respirar aquí en la tierra. Lo sagrada que es la leche materna y el calor y cobijo que brinda la madre. Así también, las madres que están nutriendo y cobijando a sus bebés, deben ser nutridas y cobijadas mientras cumplen ese servicio.
Nos convoca el hacernos cargo existencialmente de esta separación y crear un acto que nos legitime el anhelo de volver a unirnos a la corriente de la vida. Volver a la unicidad.
El acto consiste en el entierro fúnebre de un símbolo del patriarcado (puede ser un dibujo o lo que sea). La idea es que el símbolo tenga un significado muy muy personal para la persona. Y en ese sentido permitamos la más radical diversidad de nuestras expresiones. El lenguaje simbólico va más profundo que las palabras.
Colectivamente, este es un acto que transparenta lo que de por sí está ocurriendo. Que lo hace aparecer, que lo hace visible. El patriarcado, en proceso de morir, necesita ser visto, ser acompañado en su muerte. Ser agradecido incluso y esencialmente. El luto no implica un “deber ser”, sino da permiso a la totalidad de nuestros sentimientos y emociones con respecto a su legado. Incluidas las rabias y dolores de todo tipo ante sus violencias, daños y consecuencias traumáticas. Sabemos que el patriarcado ha ejercido represión sobre “el principio niño”; llámese: el gozo, la espontaneidad, el juego, lo instintivo, lo organísmico, lo que está fuera del paradigma del control. Más que lo conocido sobre el machismo, la historia del patriarcado es la historia de los rituales de separación al nacer (y desde allí a infinidad de situaciones).
Incluidos también algunos regalos, conocidos y desconocidos. Sospecho, crucialmente, que en su muerte y en nuestro acto de dejarle morir con honor, descubriremos un legado de regalos insospechados.
Desde el pensar sentir que:
Somos un todo.
No hay bien ni mal, las cosas son.
La violencia externa es parte de mi violencia interna.
La violencia es amor que no ha sido compartido y legitimado. Amor excluido.
Queremos psicomágicamente enterrar al muerto, aunque sea por adelantado, para facilitar y acompañar amorosamente su agonía.
Propuesta de escrito:
Hoy, aquí y ahora, muere en mi el patriarcado. Con este símbolo _ que representa para mi___ y todo aquello que no estoy ahora nombrando pero que ha sido nombrado por mi o por otros.
Con esta semilla símbolo _ que quiera donar a lo nuevo que nazca _.
Honró del sistema patriarcal__ que me permitió_.
Agradezco __.
Perdono __.
Me Honró,
Me perdono
Y me agradezco.
Con mis manos abro la tierra y lo entrego a los Elementos. Pido con mi corazón que los espíritus de las aguas, los seres del aire, los amos del fuego y el espíritu de la Tierra lo ayude a morir y transformarse."