En este tiempo en el que tenemos la política del miedo y el odio en todos los medios de comunicación y, en algunos casos, en nuestras comunidades, ¿cómo alimentamos la verdad de que somos suficientes?

Observé con total incredulidad la elección del actual presidente de mi país. ¿Cómo pueden tantas de mis paisanas y compatriotas apoyar a alguien que se ha comportado como él? ¿Cómo podían decir que eran "sólo chicos siendo chicos" cuando hablaba de las mujeres de una manera tan vulgar y despectiva? Recientemente, ¿cómo podrían nuestros senadores apoyar a alguien para un nombramiento de por vida en una posición donde la neutralidad es clave?

Pienso estas cosas y hago estas preguntas y luego en mis momentos de quietud me lo recuerdan,

Yo soy suficiente y tú eres suficiente.

Así que si esto es cierto para mí y para ti, ¿no lo es también para el Presidente de los Estados Unidos y Juez Asociado de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Brett Kavanaugh?

Sí, lo es.

Puede que no esté de acuerdo con sus posiciones políticas ni apruebe un nombramiento de por vida para nada, pero sí estoy de acuerdo en que son exactamente quienes se supone que deben ser.

Entonces, ¿cómo puedo alimentar la creencia de lo suficiente y no el miedo o el odio?

He estado reflexionando sobre el tema de la economía sagrada desde que mi familia nos visitó en Montana el verano pasado. Felipe tuvo la gentileza de hacer un taller de economía sagrada en nuestra casa en Flathead Lake. Fue un momento hermoso en el que todos fuimos cuidados y nos cuidamos los unos a los otros. Teníamos comida, ropa, refugio, risas y algunas lágrimas aquí y allá.

Son momentos como los de mi familia los que me recuerdan que la esperanza es tan gratuita como el miedo y cuando las cosas parecen más oscuras es sólo porque la luz está a punto de volver a brillar.

Hay mucho más en mi corazón con respecto a vivir una vida basada en la fe en lugar de una vida basada en el miedo, pero por desgracia mi tiempo para escribir ha llegado a su fin por ahora.

Agradecidamente,

Dawn Payne

P.D. Me comprometo a no editar nada de lo que comparto aquí, así que, por favor, perdone los errores tipográficos y, como dijo Felipe tan agraciadamente, nada de juicios. "

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Felipe Mardones

18 oct 2018

y y y a veces tengo este gran impulso o pensamiento, que por qué tantos millones en realidad miles de millones de personas padecen escasez, miseria, hambre, pérdida de comunidad, guerra, abuso, falta de agua pura para beber, pérdida de su forma de vida, pérdida de la belleza de la naturaleza y de la vida silvestre a su alrededor... por qué.. por qué. Me duele.

Ellos también son suficientes. Estoy seguro de que no es su "falta" (cuán gracioso: quienquiera que sea su "falta", ¿no es "suficiente"?)

¿alimento yo el pensamiento de que sus vidas no son suficientes?... y al mismo tiempo es un sentimiento totalmente legítimo. Un sentimiento de responsabilidad y solidaridad, porque su sufrimiento es tan real, que nadie puede decir que no es real o que no es legítimo.

Como Vicente Suficiente en la historia de la Danza de la Suficiencia y la Abundancia.... Cuando Vicente fue amado plenamente por Alicia, se volvió tan suficiente, tan SUFICIENTE, tan en paz consigo mismo y con la vida a su alrededor tal y como es, sea como sea. Tan suficiente, que fue libre de ser él mismo. Él mismo en su llamada, la llamada de su Alma, para el nacimiento de ese Sueño Real, del que ni siquiera nos atrevemos a hablar. Sí, ese Sueño.

Ese permiso, esa puerta abierta a la libertad, que incluye la necesidad de un cambio radical. Y eso incluye la necesidad de no adaptarse a la norma, de no ajustarse (ya no más) a una sociedad profundamente enferma. Una necesidad legítima de salud real.

Me pregunto también, con sinceridad, que mientras aprendo de mi propia suficiencia, seguiré descubriendo la suficiencia divina en Todos. Quiero decir, ¿descubriremos claves y cositas sagradas escondidas que podamos compartir con aquellos que están en necesidad? Es lo menos que podemos hacer. Aquellos de nosotros que viajamos tenemos computadoras que manejamos autos y hacemos lo que queremos con nuestras vidas. ¿Podríamos, algún día, compartir con otros una cosita sagrada escondida, que abrirá a cada uno a su propia suficiencia, de una manera real? Su divina e inquebrantable abundancia interior, que una vez recordada, dará a todos la misma libertad.

Porque de lo contrario es injusto. Porque de lo contrario NO soy suficiente. Y sé que YO SOY SUFICIENTE.

Como tu hermana, sin planear, sin editar. Nuestro compromiso.

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