En un día cualquiera como hoy, ¿qué me pasa con el dinero? En primer lugar, hace poco declaré en el blog mi decisión de tener bastante dinero. Es mi decisión de visitar Chile este año. Potentemente, es la pasión que siento de querer regalar. Pasión que me incluye por cierto a mi mismo, mi familia y a la vida, como si todo fuera lo mismo.
Esta mañana sentí aburrimiento o rechazo frente a la enésima persona que me pide dinero en la calle aquí en San Cristóbal de las Casas, al ir pasando en el auto. Sintiendo como que hubiera una enfermedad, algo falso no autentico, en ese pedir dinero, en esa manipulación-culpa escena que se repite, siempre enmarcada por ese contexto de escasez. Escasez que sin duda oprime al que pide (si no no estaría pidiendo), y también al "cliente", en este caso yo, que de alguna manera digo "acaso creen que a mi me sobra". Digo "cliente" porque uno pasa a sentirse un poco así, como en una relación humana manoseada, irreal.
Una parte profunda de mi, de pronto reclama: "hey tu, que pides y pides dinero, acaso no te das cuenta que es tu decisión, que es tu libertad divina, que no dependes de mi". Y ahora observo que estas personas, en su miseria, me reflejan a mi mismo. Miseria que lamento decir es no solo material, sino pareciera ser una miseria del corazón.
En fin, aquí estoy escribiendo SIN EDITAR, sin detenerme a pensar lo que estoy diciendo.
Las ultimas 2 a 3 semanas he estado viviendo una pesadilla con respecto a la bomba de agua en nuestra casa. Uyyy si les contara toda la historia.... Larguisima, en pocas palabras una y otra vez ha aparecido un nuevo problema-obstáculo, y nunca parece detenerse hasta el dia de hoy. Gracias a esta pesadilla, espero, ha surgido una energia sanadora que me libera de sentirme tonto. ¿De que manera? Mostrándome lo tonto que me siento por todos los errores que me han hecho perder tiempo y dinero (muchos dias, muchos viajes en auto a la ciudad, muchas piezas equivocadas, etc etc).
Supongo que voy cambiando ese discurso por uno de entregarme, ojalá de soltar el control...
Supongo que ese pensamiento del dinero agotándose, acabándose es también el mismo pensamiento de sentirse tonto.
Esto me alivia, me invita a ver, cada vez más profunda y verdaderamente, que esa preocupación de que el dinero se acabe no es una ecuación ni una realidad física, sino una mera verdad emocional, que se va disipando.... Wow, gracias.
Dejar de sufrir, dejar de estresarse, ¿quien va a querer vivir tenso? Yo no. Pues si hoy dia todavia no puedo bañarme ni lavar ropa, ojalá pueda bañar a mis hijos, jeje. Como sea.