Como dice mi hermana @Crysta Zuli ☯️ en El Poder de la Autosanación, "todo tiene que ver con TODO". El concepto, práctica y realidad de la autosanación, me encanta. Se parece al concepto de la autonomía que es algo sumamente profundo en el pensamiento zapatista. Para mí tiene que ver con el confiar en uno mismo, de dónde sacamos eso de que hay que confiar en autoridades externas cada vez que no sabemos qué hacer, cada vez que los cursos de acción posibles escapan a nuestro dominio o control?
Se supone que alguien, algún experto, sabe más que uno. A veces es la sumisión ante las jerarquías de gobierno, a veces las familiares, a veces las científicas. En fin, las instituciones que culturalmente consideramos legítimas. No estoy diciendo que sea una mala idea aprender de todos alrededor, sin duda alguna de todo se puede aprender, y si alguien ha dedicado su energía humana a un tema por un buen tiempo (como Crysta en la autosanación) seguramente vale mucho la pena escucharle atentamente y con apertura.
Sin embargo, a lo que me refiero es a poner a una autoridad externa, la que sea, por encima del propio sentir interno, de la propia guía interna. Es des-empoderarse tanto como para llegar a que una persona o una teoría externa (o combinación), tome las decisiones por mí.
También es des-empoderar a la intuición y el sentir interno, versus la razón lógica, linear y separada. Esto es algo que me entristece y apasiona. Es para mi una (no la única) de las consecuencias de la herida arquetípica de la ciencia sobre el alma humana. En otras palabras: el desconfiar de uno mismo. La misma situación puede verse en algunos grupos espirituales hoy en día, donde la confianza se deposita en un gurú (o en cualquier cosa externa), y no en uno mismo.
La autosanación es, entonces, sanación del trauma arquetípico de la ciencia. La autosanación es esencialmente holística, es decir, no se pone en contra de la ciencia ni de cualquier fuente de conocimientos externa, por ejemplo los médicos. El confiar en uno mismo, en el propio sentir, bien podría alinearse con la prescripción de un médico, por ejemplo. La distinción es la autonomía: el ser interno que decide y que tiene autoridad sobre su propia vida.
La consecuencia del trauma de la ciencia, por otro lado, es el miedo, la angustia, la vulnerabilidad de tomar decisiones que no son propias. Decisiones en las que uno confía a medias y jamás plenamente porque no son propias. En lo personal, para mi es mantenerse en la duda de lo que uno está haciendo (no en la plenitud), y repitiéndose un discurso interno una y otra vez para tratar de convencerse que tal decisión es correcta.
Necesito decir que sospecho y espero que el camino de autosanación conlleva a menos y menos prescripciones alópatas externas. Menos y menos ciencia separada. Menos y menos control. Menos y menos lógica lineal, Más y más danza en el misterio.
No se trata de un equilibrio entre medicina alópata y alternativa. Pienso que cuando se habla de equilibrio entre la medicina alópata y las alternativas, incluso con buenas intenciones, en realidad lo que ocurre es que sigue habiendo una supremacía patriarcal de la primera, es decir, la herida de desconfianza en uno mismo permanece. Como toda herida profunda, cuando algo se le acerca, duele, y por tanto muchas veces elegimos permanecer en esa desconfianza, esa sumisión. Hasta que la duda de uno mismo duele más todavía.
Por otra parte, tampoco hago una apología de las medicinas alternativas. Típica práctica patriarcal es tratar de vencer el patriarcado con fuerza patriarcal. Un ejemplo es discutir que la permacultura y la agricultura orgánica es mejor negocio que la agricultura industrial (¿acaso esa es la razón por la que el permacultor practica permacultura?). Otro ejemplo es decir que el parto natural es más seguro que el parto en el hospital; mi punto es, aunque fuese verdad, esa no es la razón por la que yo elijo un parto natural.
En el caso de la medicina sería decir, por ejemplo, que las prácticas médicas alternativas "son más efectivas para erradicar enfermedades" que la medicina alópata, como si la razón por la que uno las usa sigue siendo erradicar la enfermedad, y como si hubiese que defenderlas frente al establishment bajo los parámetros del establishment. Para mí, ni se diga, esa no es la razón para usar medicinas alternativas. Existe un concepto más profundo, más amoroso en realidad, de salud, que no es esa dicotomía entre presencia y ausencia de enfermedad.
La ciencia sigue siendo la más preponderante institución legitimizadora de nuestra cultura. La que “establece” la verdad en base a “hechos”. ¿Sienten la dureza casi violenta de esas palabras: ‘establece’, ‘hechos’? Como si la realidad fuera hecha de dureza física, comprobable, y hostil.
Por eso que sigo trabajando en esta sanación, investigando con el corazón. Mi próximo post comenzará por expresar cómo la mentalidad de separación bueno/malo, hace que sea inaceptable culturalmente denunciar la herida arquetípica de la ciencia.
Me hace profundo sentido lo que expresas. Ya es hora que nos escuchemos, que hagamos caso a nuestra propia intuición, a las señales que nos gritan desde adentro. Una autosanación implica dejar de ser parte de un rebaño dominado y coger la dirección de nuestra alma ancestral sabia y elocuente.