"You may say I'm a dreamer, but I'm not the only one" (Imagine, John Lennon)
¿Puedes creer en una cultura que coincida plenamente con el espíritu del regalo?
Es un verdadero sueño. Y sí, es MUY difícil de creer.
Si te lo crees demasiado fácil, quizás no estemos hablando de lo mismo. (O eres un verdadero soñador y te ofrezco mi respeto).
En realidad estoy buscando una imagen o fotografía de un cajero automático verdaderamente hermoso que me permita visualizar el DIVINO CAJERO AUTOMÁTICO de una vida que encarna plenamente el regalo.
¿Me ayudarías a encontrarla o a producirla, por favor?
Sí, en este cajero automático vas y obtienes todo el dinero que quieras en cualquier momento que quieras, gratis. No te preocupes, soy economista, conozco muy bien el tipo de razones, dentro de nuestra cultura, por las que esto es imposible que funcione. Soy un soñador responsable, lo creas o no.
Estos dos ensayos ayudarán a motivar la discusión: Hacia una cultura del regalo I y II.
Agradezco sus aportes!
Hola Felipe. Un saludo desde Venezuela. Recién te sigo y es un honor hacer contacto contigo por este medio que pones a nuestra disposición. Soy de esas soñadoras que la vida ha ido mostrando que los sueños si pueden hacerse realidad. Desde pequeña visionaba que el mundo podría ser mas equilibrado del que veía a mi alrededor, pues me parecía por ejemplo, que las personas eran agresivas, las relaciones depredadoras; eso me llevó a sufrir por mi, por mis cercanos y por los ajenos y en consecuencia, me llevó a vivir frustraciones. Hoy, luego de unas cuantas décadas, me resisto menos y fluyo con la vida tal y como es. A medida que fluyo con ritmos mas naturales voy aprendiendo que es de esta manera como se concretan los verdaderos anhelos del corazón. Vengo de una mezcla de Venezolana con Europeo y en mi familia aprendí que todo tiene un valor, no me refiero a un precio, sino a que todo es valioso. Mi padre nos enseñó a cuidar las pertenencias porque ellas tiene un valor en nuestra vida, y que si las hemos obtenido ha sido en razón de su utilidad y del bienestar que aporten a nuestra vida. Mi madre nos enseñó que todo se logra concentrándonos en lo que nos dice el corazón y ambos, también nos enseñaron que a veces no logramos lo que nos proponemos pero vivimos la experiencia y es así como aprendemos y crecemos. Te cuento todo esto porque en mis viajes imaginarios veía que era posible que las personas dejaran de pelearse, por cualquier causa, pero principalmente por dinero. Y tenia un tío que siempre que nos visitaba nos regalaba dinero. Era tan abundante, y daba con tanto agrado que cuando iba de compras siempre cuidaba quedar con suficiente efectivo para dar regalos a los sobrinos al despedirse. Así era mi familia, a todos nos encantaba regalar todo el tempo. Yo me acostumbre a regalar objetos, sonrisas, besos, abrazos, compañía, escucha exclusiva, conversaciones, favores y también dinero. Lo veía como un flujo natural, para apoyar al otro en sus necesidades y disfrutar de lo que yo tenia para dar. Hoy en día, ya ni pensar que puedo hacerlo así y a veces he sentido que he retrocedido en mi concepción acerca del dinero, de los regalos y la abundancia. Al leerte en algunos de tus escritos puedo percibir en las lineas, muy profundamente, esos anhelos del corazón por ver un mundo saludable y que aunque hayan problemas no impiden la felicidad; es importante tener nuestras necesidades básicas los suficientemente satisfechas como para pasar a que nuestras necesidades sean el autocuidado, mirar la vida desde una perspectiva de crecimiento, compartir amor conscientemente y sabernos autenticas chispas divinas. Esto es exactamente lo que tu planteas al integrar la riqueza y la abundancia con los pensamientos y las emociones que crean la realidad. Seguimos compartiendo. Gracias, Gracias, Gracias.